martes, 13 de octubre de 2009

Lo que se siente habitar la propia contradicción

Soy una máquina de repeticiones.

Lunes
Abro los ojos, prendo la compu, pongo música. Veo lo desastrosa que está mi habitación y me digo “De hoy no pasa, voy a arreglarlo”. Elijo lo que voy a escuchar la siguiente hora y pienso “El próximo año SI regreso a Buenos Aires”

Pasa el día (no arreglé, leí la mitad de lo que tenía previsto, fui a clases y en el colectivo de regreso pienso hoy TENGO QUE acostarme antes de las 3.30 am y NO voy a prender la computadora)

Llego a casa, pongo la pava para tomar un té y chan! Prendo la computadora y sin darme cuenta ya son las 7 de la mañana.

Martes
Abro los ojos, prendo la compu, pongo música. Veo lo desastrosa que está mi habitación y me digo “De hoy no pasa, voy a arreglarlo”. Elijo lo que voy a escuchar la siguiente hora y pienso “El próximo año NO regreso a Buenos Aires”

Pasa el día (no arreglé, leí la mitad de lo que tenía previsto, fui a clases y en el colectivo de regreso pienso hoy TENGO QUE acostarme antes de las 3.30 am y NO voy a prender la computadora)

Llego a casa, pongo la pava para tomar un té y chan! Prendo la computadora y sin darme cuenta ya son las 7 de la mañana.

Miércoles
(…)




Y así han pasado casi 2 años, aún no sé si vuelvo o no, sigo buscando razones para quedarme, sigo repitiendo lo mismo todos los días.

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